3.4.05

Roja como un cangrejo

Para concluir las vacaciones acepté la invitación para hacer un breve viajecito a la playa. La pasé verdaderamente bien. Jugar un arto con las olas, leer con el sonido del mar como música de fondo y dormir provocada por el calorcito sabrosón de las costas del Pacífico.

Ahí estuvo mi error.

Aunque me unté de todas las cosas que una persona blanco fantasma tiene que untarse, después de media hora de siesta, mi color que antes se asemejaba a una hojita de papel está más cercano a la paleta de crustáceos como el cangrejo y el camarón.

Esperemos que las quemaduras evolucionen hacia un color bronceado...