31.3.05

Un día divertido


Parece que el día de hoy me cayó del cielo. Ayer me quejaba amargamente de mi aburrimiento post-vacacional y hoy me llegó el antídoto a la monotonía.
Primero porque bobeando en una tienda departamental me atraparon las representantes de Clarins y me hicieron una demostración de sus productos. Suena frivolo pero los tratamientos para la piel y un maquillaje profesional son un chiqueo maravilloso.


Lo segundo y más importante es que conocí mi ciudad como turista, con el pretexto de la visita de mis tíos desde el DF. Es una excelente experiencia, de verdad lo recomiendo. Nos trepamos al tranvía turístico y recorrimos el centro histórico con las cosas tradicionales que ya conocía, pero también aprendí cosas nuevas como que el primer hotel de América Latina está en la Perla Tapatía (El Hotel Francés, desde 1610), que a unas cuantas cuadras de mi casa estuvo la primera prisión de la ciudad que ahora es un parque y la estación del tren ligero o que el arquitecto que diseño el templo Expiatorio fue el mismo que concibió el Palacio de Bellas Artes.


La cereza en el pastel fue el paseo en calandria que es un coche tirado por caballos. Es algo típico de los paseos turísticos pero nunca en mis 24 añitos de existencia me había subido a una, muy interesante la experiencia. Ya conocen mi espíritu aventurero, me fui sentada con el conductor que me platicó los pormenores del oficio y la vida y obra de El Padrino, nuestro caballo paseador. Una foto para que lo conozcan