La guerrilla y la guerra sucia.

El presidente Luis Echeverría demostró su falta de apertura y sus métodos de represión desde su actuación en la matanza del dos de octubre de 1968 cuando era secretario del presidente Dí­az Ordaz. Durante su sexenio sucedieron hechos lamentables como la matanza de Corpus y la guerra sucia.

1973

Cuando los grupos de izquierda, como el Frente Estudiantil Revolucionario en Guadalajara, intentaron accesar a la democracia, el paso les fue cerrado y en su contexto, la salida viable fue conformar un grupo armado para oponerse al régimen polí­tico.

Surgieron grupos armados en todo el paí­s bajo dos vertientes, la guerrilla urbana; en su mayor parte localizada en México DF, Guadalajara y Monterrey, y la guerrilla rural; lidereada por Lucio Cabañas en el estado de Guerrero.

La liga 23 de Septiembre nace en esta situación con el objetivo de conjuntar las acciones de diversas organizaciones político/militares para enfrentar al gobierno prií­sta.

Durante la guerrilla se llevaron a cabo varios actos, como el rapto de los cónsules estadounidense e inglés en Guadalajara, varios atentados a comercios y a bancos y hasta asesinatos a empresarios como el de Fernando Aranguren en Guadalajara y Eugenio Garza Sada en Monterrey.

El problema es que el gobierno, en sus distintos niveles: municipal, estatal y federal, decidió ignorar la ley y acallar a la disidencia, desapareciéndola en sentido literal.

La Dirección Federal de Seguridad y el Servicio Secreto, raptaban a los jóvenes involucrados en esta guerrilla y sin ponerlos a la disposición del Ministerio Público e iniciar un proceso por los crí­menes que pudieran haber cometido, los torturaban para descubrir a nuevos miembros y nuevas acciones y los hací­an desaparecer.

Este tipo de acciones tiene origen en una doctrina llamada de Seguridad Nacional. Esta teoría militar supone la intervención del Ejército en la vida polí­tica. Una de las caracterí­sticas de esta doctrina son sus acciones en la lucha contra la guerrilla, que en opinión del Estado y el Ejército suponen la subversión de la Patria. Se justifican las acciones ilegales por un llamado bien mayor.

Las actuaciones de grupos paramilitares o parapoliciales, el secuestro, la tortura, el asesinato y la desaparición de personas, es decir, terrorismo de Estado, son la manera de actuar en varios gobiernos en América Latina, entre ellos, el de México.

 :: ¿Quién podría creer que se vive en democracia si la verdadera historia de la guerra sucia apenas se da a conocer, y los responsables están lejos de ser castigados?

La historia que no pudieron borrar
Sergio René de Dios Corona