El lunes viste normal, lo que eso sea, tal vez pantalones de mezclilla, un traje sastre, whatever... Una semana después comienza a notarse una gran transformación: la que siempre va de pantalones comienza a llevar falda, y no una falda cualquiera, sino una pitiminí que pareciera salida del fashion week. La que suele ser recatada puede vérsele con prendas reveladoras, la que viste más relajada, va de tacón y vestido. Será que se va a acabar el mundo?
Tal vez se les ocurrió preguntar el porqué de este súbito cambio, y seguramente les contestaron que hoy tenían algún tipo de cita, estaban estrenando guardarropa o alguna excusa parecida.
Que no los engañen!! Estos son típicos síntomas del síndrome de la lavadora descompuesta, que hacen salir a las prendas olvidadas en el armario y cambian el estilo de la persona en cuestión. Para remediar este mal, que no es de gravedad a menos que se haya pasado más de dos semanas sin lavadora, simplemente se tiene que llamar al servicio de reparaciones.
Post dedicado con mucho cariño al técnico que no ha venido a arreglar mi lavadora, estoy a punto de utilizar un vestido. No sea cruel y venga.
16.2.07
Suscribirse a:
Comment Feed (RSS)
|