Sólo en el DF...

Para celebrar mi aniversario (a partir de este año así se llaman mis cumpleaños) número 25 mi secuaz, Carolina, y yo nos escapamos de fin de semana al Defectuoso.
Ya he hablado del cariño que le tengo a esta bonita ciudad (ya sé que son ojos de amor)así que me pareció mejor idea celebrar allá que en Guadalajara.

DF ante meridiem
Tras un tortuoso viaje con compañeros de viaje bastante agradables, Don Ronquido Sonoro y Doña Mija-tu-asiento-molesta-mis-rodillas, llegamos a nuestro destino tempranito en la mañana. Después de desayunar y ponernos monas, en ese orden, emprendimos la aventura. Primera parada: Grupo Imagen, con visita guiada y toda la cosa. Huyendo del acoso de un operador, llegamos a la avenida Pdte. Masaryk de Polanco a hacer un poco de window-shopping.



Continuamos en busca de las famosas vaquitas del cow parade por Av. Reforma, y para cultivarnos otro poquito fuimos al Munal a ver la exposición de Goya.



Maripositas nocturnas
Una celebración no es celebración sin una buena fiesta. Para ir tomando ritmo comenzamos con un par de martinis en un barecito mono. Sin nuestra guía Roji a la mano, se nos ocurrió al silvestre par preguntarle la dirección de un bar a un grupo que estaba al lado nuestro. No contábamos con que uno de los individuos aplicaría la operación incruste. En fin, caminamos no sé cuántas cuadras para evitar subirnos a su automóvil y finalmente llegamos al Malverde (Amsterdam esquina Teotihuacán en La Condesa), un antro súper kitsch con imágenes de la Guadalupana y de Malverde, el santo de los narcos en las paredes.

No contaba el incrustado con mi contra-ataque, la maniobra desafane: llegué muy fresca con los únicos dos tipos solos que vi en el bar, los saludé de beso como si fueramos amigos de toda la vida y les pedí que nos hicieran el paro de decir que venían con nosotras. Veinte minutos después, Monsieur Metiche desapareció.

La noche estuvo muy divertida. Con videos de lucha libre del año del caldo y con mezclas duras que incluían a Rigo Tovar, Luis Miguel, Daddy Yankee, Timbiriche y otras tantas canciones boderas bailamos hasta tarde.

Domingo en Xochimilco
Como parte de nuestro viaje a la capital del país, dimos un paseo por los canales de la Venecia americana, Xochimilco. A bordo de María Elena, disfrutamos del bullicio de mariachis (que me tocaron las mañanitas :D ), marimbas y vendedores de elotes, cervezas y flores. Hasta sufrimos la persecución de unos galanes algo etílicos, que pudimos sortear gracias al fuerte brazo de nuestro chofer de trajinera.



Para cerrar con broche de oro, cenamos en el Café La Gloria (Vicente Suárez 41-D), un bistro mono con excelente cocina. Quiche Lorraine, Falaffel y pan con chocolate con helado de azafrán con una peculiar cantautora que musicalizaba el menú del día como música de fondo. Sólo en el DF...